Ingenua, tierna y cambiante; el viento marca mi destino. Metamorfosis de un corazón y un alma.

sábado, 15 de marzo de 2014

Un año más

Un año más

Autor: Ivanna Hwang

Género: Romance - Fluffy

Clasificación: G




La tranquilidad de la noche cayó sobre la ciudad, todos se encontraban en familia, celebrando, comiendo, ¿tomando?  


El caos en el pequeño departamento DongBang era escuchado en todo el edificio. La música a todo volumen así como las risas de todos los ocupantes que residían allí, además de uno que otro colado. No fue buena idea hacer la fiesta de año nuevo en aquél espacio tan reducido.





Changmin observaba como uno a uno de los invitados iban cayendo dormidos, ya sea por el alcohol o el cansancio. A pesar de las fechas ellos no habían recibido vacaciones y ya pasaba factura sobre sus cuerpos la explotación de ellos.



Es por eso que un mareado Yunho, los mandó a dormir a todos, el donde lo hicieran no era problema suyo, el cumplía con preocuparse y decírselo. Así que todos comenzaron a pelear por los sillones y las habitaciones fueron invadidas.



El morocho suspira y toma entre sus brazos al pequeño dongsaeng que ha estado cuidando desde que empezó a tomar, y que después de la octava copa de vino abrazaba e intentaba besar a medio mundo. Y él, como buen hyung, no permitiría que alguien se aprovechara de eso e intentaran pervertir a alguien tan inocente como lo era el menor. Quien al sentir que lo cargaban rodeó con sus brazos el cuello de Max y se apegó más a su pecho.



Tengo frío Murmura aún con los ojos cerrados.



Vamos a dormir, te pondré frazadas extras Responde tranquilo.



¿Dormirás conmigo? Un par de grandes y bellos ojos se abren mirándolo fijamente entre curioso y anhelante.



Changmin sonríe pero no dice nada, sigue caminando a su habitación, cuando llega ve que su cama está ya ocupada, puede reconocer  a Yoochun sobre ella. Un tic en su ojo derecho aparece al escuchar  gemidos provenientes de ella.



¿Qué demonios hacen?, ¡largo de mí cuarto!



Solo se ve como un semidesnudo Junsu sale completamente sonrojado vistiendo apenas un bóxer de color rojo, un divertido Chun le sigue, guiñándole un ojo de forma pícara.



Tsk, debí cerrar con llave.



Ve a su alrededor para cerciorarse que no hubiera otra persona intentando montárselo en la santidad de su habitación. Si alguien iba a hacerlo sería él.



Al no notar algo inusual, deposita sobre la cama a Minho, quien no se sobresaltó por sus gritos y se volvió a quedar dormido.



Max lo observa enternecido, su dongsaeng era muy lindo, su respiración estaba acompasada y sus mejillas levemente enrojecidas por el alcohol.



Algún día podré decirte lo que siento Cierra sus puños enfadado, se sentía tan cobarde al no poder confesar sus sentimientos a ese mocoso. ¡Él era Choikang Changmin! Y nunca se dejaba amedrentar por nada, ni nadie. Solo por ti…



Da un largo suspiro, retira los zapatos al menor, poniéndolo en una postura más cómoda. ¿Debería vestirle otra ropa? Se dirige a su clóset y saca una playera de colores paste, regalo de Jaejoong hyung en su cumpleaños 19. La ve y una sonrisa nostálgica aparece en su rostro. Extrañaba a los tres torpes. Por fortuna ya podía verlos más seguido, aún a escondidas, pero ya no tenían que hacerlo tan sigilosamente como antes.



Toma la prenda con cariño y regresa a la cama, desabrocha la camisa del castaño lentamente, no puede evitar que sus manos recorran el blanco pecho, accidentalmente claro.



Minho dice algo entre sueños balbuceante, su entrecejo se frunce y se abraza a Max.



No…Minho intenta alejar los brazos del castaño, su autocontrol se iría al caño como su dongsaeng no lo soltara. Tenía demasiado cerca los labios contrarios, estaban ligeramente abiertos.



Changmin…- su nombre en forma de gemido es pronunciado por el menor, y el moreno  nota un pequeño tirón en su entrepierna.



Con algo de fuerza logra desenredar los brazos y acostar de nuevo al castaño sobre la cama, automáticamente se abraza a la almohada, como un koala.



Max truena su cuello y lo mira en silencio, está nervioso y excitado, más lo segundo. Suspira de nuevo, termina por quitarle la camisa, haciendo un poco de malabares para poder soltarlo de la almohada, ese niñato le sacaría canas verdes y hacerle perder los estribos y eso no sería algo muy bueno para la retaguardia del menor.



Coloca la playera de manga larga, esta le queda grande haciendo visible desde su cuello hasta el hombro.  Le quita el pantalón también y sus largas piernas le llaman para acariciarlas.



No quiere despertarlo así que solo dibuja su silueta con las manos, pero no solo estas, sigue su cintura, el pecho, cuello, cada centímetro de su cuerpo. 



Cuando se da cuenta esta sobre Minho, quien sigue quejándose, tal vez tiene una pesadilla. Ve con deseo los labios carnosos y no puede (quiere) evitar besarlos. Un simple roce, tan fugaz que no sabe si en realidad lo hizo o solo lo imaginó. Se acerca de nuevo y esta vez el beso dura unos segundos más. Mete una de sus piernas entre las del castaño y muerde ligeramente su cuello, esta dejándose llevar por lo que siente, pero un sutil movimiento de Minho hace que se detenga.



Al sentir demasiado agitado su corazón decide alejarse del cuerpo contrario, cayendo a su lado sin hacer ruido y solo ver el techo, que en ese momento se le hacía lo más interesante del mundo.



¿Qué acabo de hacer? él se prometió  que no haría nada para perjudicar a su dongsaeng, él lo cuidaría y vería por su bien. No podía permitirse dejarse llevar por las sensaciones que le causaba. Con esto en mente, poco a poco sus ojos se van cerrando, quedando dormido.



A los pocos minutos, ligeros ronquidos se escuchaban en la estancia, en ese momento es cuando Minho abre los ojos e intenta tranquilizar su corazón. Había escuchado todo lo que Changmin había dicho y hecho. Un sonrojo cubre sus mejillas y no sabe si despertar al otro con un beso o patearlo por ser tan imbécil y no darse cuenta de que era correspondido.



Eres un idiota hyung Besa la frente contraria y se recuesta de lado en la cama, recargando su rostro sobre su mano derecha, observa el rostro relajado del morocho.



¿Quién diría que me terminaría enamorando de ti? Ríe de manera juguetona y se abraza al mayor rodeando su pecho y cintura.



Quizás deba jugar otro poco antes de decirte que también te quiero.



Besa su mejilla y se deja llevar por el cansancio. Lo arrullan las campanadas que indican el fin e inicio del año.




Ya en la mañana explicaría a un molesto Jaejoong porque se encontraba abrazado de manera tan “íntima” al mayor. En ese momento solo quería aprovechar la calidez que desprendía el cuerpo contrario, para aquella fría noche de invierno.




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