Ingenua, tierna y cambiante; el viento marca mi destino. Metamorfosis de un corazón y un alma.

sábado, 15 de marzo de 2014

Railroad


Autor: Ivanna Hwang

Género: Lemon - Romance - PWP

Clasificación: Nc - 17



–– ¿Es necesario que haga esto?  





–– Oppa, dijiste que me ayudarías. –– Una chica un poco más baja que él, acomoda la mascada color violeta que lleva atada al cuello.





–– No sabía en qué me metía.–– El muchacho da un vistazo algo aterrado al atuendo que lleva puesto. ¿Cómo es que me metí en este lío?  ––Mucho menos pensaba que tendría que vestir “esto”.––  Su voz suena un tanto indignada, él quería mucho a su hermana, pero había cada idea loca en su cabeza y eso generalmente lo perjudicaba.





–– No te preocupes, nadie lo notará somos gemelos idénticos.­––Le da una mirada suplicante. ––No puedo confiarle esto a nadie más, por favor. –– Junta ambas palmas y hace una venía intentando convencer a su hermano mayor.





–– Está bien Minjung, lo haré –– Suspira derrotado. –– Pero me debes una grande mocosa. ––





–– ¡Yeii, eres el mejor hermano del mundo! –– Se cuelga al cuello y da un par de besos en sus sonrojadas mejillas.





–– ¡Yah!, Vete antes de que me arrepienta. ––El mayor la aleja un poco avergonzado. No puede evitar mirarse en el espejo que se encuentra detrás de ellos. Minjung en algo tenía razón: eran idénticos, y mucho más en ese momento en el que llevaba puesto ese tipo de ropa. Observa de arriba abajo su reflejo, lleva puesto un vestido bicolor que le llegaba poco más arriba de las rodillas, un par de zapatillas negras y  un saco con hombreras y detalles en blanco a lo largo de las mangas, este caía hasta la cintura dándole una apariencia más delgada, como complemento una peluca castaña de largo medio. Al estar al lado de su hermana era como ver dos gotas de agua, solo por el pequeño detalle de que él era más alto.





—Entonces me voy Minho. —  Lo abraza con cariño. —Gracias de nuevo. — Da un sutil beso en una de las mejillas. Lo mira detenidamente y le sonríe pícara —Qué guapa de te vez. — No puede evitar reír ante lo dicho.





—Deja de decir tonterías, tu linda novia no es tan paciente ¿recuerdas? — La joven se pone lívida ante el comentario, eso era cierto, JangMin no era precisamente tolerante ante la impuntualidad. Con prisa toma su bolso y sale corriendo del probador donde se encontraban.





— ¡Te veo después Eonni! — Grita antes de salir del recinto.





Minho bufa y mira con pena su atuendo, debía aceptar que se veía bien, pero no le complacía en nada llevar las piernas descubiertas, las cuales tuvo que depilar, en su opinión no había nada mejor que vestir un par de deportivos para ir cómodo.





Sin embargo había prometido apoyarla, Minjung trabajaba como edecán en una línea ferroviaria, y su salida se debía a que tenía una relación con una muchacha que residía en el mismo edificio que ella, llevaban dos años juntas y ese fin de semana habían decidido escaparse a conocer a los padres de su cuñada.  Tuvo que ser una salida en secreto porque su familia era demasiado conservadora, aún no se imagina la reacción de su madre al ver que su pequeña princesa no quería un príncipe para compartir su vida, es por eso que él accedió a suplirla en su trabajo, además solo tendría que servir y atender a los pasajeros en dos trayectos ambos días,  no imaginó que tendría que suplirla en todo el término de la palabra.





—Al menos nadie me conoce allí. — Resignado, da un último vistazo al espejo y sale del cubículo, camina con dificultad por los tacones dado que no estaba acostumbrado a usarlos.





 — ¿Encontró todo lo que deseaba señorita? — La cajera le ofrece una sonrisa y el solo asiente afable, no quería hablar aún, su voz grave podría delatarlo. — “Debí pensar en todo esto antes de acceder” —





 ~*-*~





 — ¡Eres un idiota Shim Changmin! — Un joven moreno corría desesperado por la terminal, se había quedado dormido y estaba próximo a perder su tren. — ¡Olvidaste poner la alarma! —  Ve con terror la gran pantalla donde marca la hora: 3:45pm.  Sigue corriendo sin importarle empujar todo lo que se le ponga enfrente. Siente como sus piernas piden un descanso al igual que sus pulmones, pero a lo lejos podía ver como estaba estacionado el tren, solo un esfuerzo más y podría descansar sin temer una muerte lenta y dolorosa por parte de su madre. Cansado y completamente sofocado alcanza a entrar a uno de los vagones segundos antes de que cerraran las puertas, recarga sus manos en las piernas logrando una postura encorvada, inhala y exhala repetidamente intentando que llegue oxígeno a sus pulmones, le dolía uno de los costados y sentía temblar sus piernas.





– Es la última vez que me voy de juerga antes de viajar. –  Murmura. Un poco más estable se dirige a uno de los asientos, en específico el que se encuentran al fondo del vagón, quiere dormir un poco durante el camino. Al llegar deja su maleta en el compartimiento de arriba y se sienta en el cómodo lugar, recarga su espalda adolorida en el mullido asiento y observa en silencio la ventana, el día era nublado pero sin riesgo de lluvia, o eso esperaba. Poco a poco la modorra lo invade llevándolo a un punto entre la conciencia y la inconciencia, sin embargo, es despertado por una voz candorosa pero su adormecimiento le impide notar el ligero temblor en ella.





— Sr, ¿podría prestarme su boleto? — Una joven castaña de buen parecer le sonríe tensa.





Changmin abre uno de sus ojos y aprecia detenidamente la figura de aquella chica, deteniéndose demás en las bien formadas piernas que poseía.





–Claro preciosa por ti, lo que fuera­– Contesta con voz grave, se acomoda en su lugar y de uno de los bolsillos de su abrigo saca el boleto.





Minho no sabe contestar, ¿aquél hombre le estaba coqueteando? ¡Pero si él era un tío!





— “Con las pintas que llevo no es de extrañar” — Se contesta así mismo, simplemente ignora el comentario y le da una mirada indiferente al moreno.





— Con su boleto es más que suficiente “Señor”.





— Puedes llamarme Max, siempre y cuando  no te molestes,  tienes un rostro demasiado bonito como para fruncir tu ceño— Señala el rostro de la castaña quien se sonroja ante lo dicho.





—Gracias…supongo…—  Con manos un poco temblorosas le regresa el ticket, percibe como la mano contraria acaricia sus dedos al recibirlo, siente un escalofrío recorrerle la espalda ante tal tacto. Confundido decide seguir con su trabajo sin embargo es detenido por el hombre.





—No te vayas sin decirme por lo menos tu nombre…— Se acerca demasiado al rostro sonrojado de la muchacha quien lo observa entre confundida y temerosa.





¿Su  nombre? Minho no sabe qué hacer. “¿Qué debería responder? ¿Minjung? ¿Minho?”  La cercanía del otro le impide concentrarse y pensar con claridad.





—Minnie, me llamo Minnie— Con cuidado se suelta del agarre y da una sonrisa tímida al mayor, sin más sigue su camino para continuar con su trabajo.





— Minnie —  El morocho sonríe, sería buena idea preguntarle si estaba libre esa noche.





Por su parte Minho estaba completamente alterado ante lo sucedido. — “¿En qué demonios estoy pensado, Minnie? ¡Oh por Dios!” —  Niega vehemente con la cabeza y suspira cansado. —En serio que me tendrás que recompensar muy bien Minjung—





El trayecto se le estaba haciendo extremadamente tedioso, no recordaba que el camino fuera tan largo, era eso o él se encontraba aburrido y anhelaba que, aquella hermosa edecán pasara de nuevo. Se movió una vez más incómodo en el sillón necesitaba estirar su entumecido cuerpo y respirar algo de aire fresco, pero faltaba bastante para la próxima parada. Un gruñido de su estómago bastante obvio, le hizo sonreír.





—Será mejor que vaya a comer algo— Se levanta de su lugar y camina hasta adentrarse al vagón continuo, este se encuentra casi vacío, solo una pareja de viejecillos merendaban en una de las esquinas, mira con detenimiento el lugar esperando encontrar a alguien, decepcionado por no localizarla reanuda su caminata hasta la barra. Ordena un cheescake y un capuchino, cenaría bien en casa, ahora que lo pensaba era un poco extraño que su madre organizara una reunión familiar en esas fechas, generalmente era solo en diciembre. Tan concentrado estaba que no se dio cuenta de un par de obscuros ojos que lo observaba fijamente desde la cocina.





— ¿MinJung podrías llevar esta orden por mí? — La mencionada da un respingo al ser sorprendida por una de las compañeras de su hermana.





— ¿Eh? — Carraspea un poco para afinar su voz. —Claro, yo lo llevo—





— ¿Qué tanto le vez a ese muchacho? — Señala sin pena alguna hacia el joven morocho. —Es bastante atractivo, pero pensé que te iban las chicas. —





—No, no, yo no veía a nadie— Su nerviosismo es evidente y el sonrojo en su rostro tampoco ayudaba en nada, es por eso que su voz salió natural, suave pero grave, asustado lleva sus manos a su boca mirando preocupado a la otra muchacha de la cual no recordaba el nombre. La mencionada solo lo mira un poco perpleja parpadeando repetidas veces, sin embargo sonríe comprensiva poco después.





—Tranquilo, no le diré nada a los superiores. — Le sonríe amable y palmea uno de sus hombros antes de salir de la cocina con un carrito de café. —Saluda a tu hermana de mi parte. —Camina unos pasos antes de detenerse y decirle. — Y si ese chico te gusta sería buena idea que le hablaras. —





Minho suspira y ve de nueva cuenta al moreno quien, con aire un tanto infantil, termina sus alimentos.





—Pero él piensa que soy una chica. — Decaído toma una bandeja con un par de bebidas sobre ella, por ir distraído choca con otra persona al salir de la cocina vaciando el contenido sobre su uniforme. — ¡Rayos! —





—Perdona, fue culpa mía— La voz de Changmin se escucha entre apenada y divertida. Es que con la bebida, la ropa se adhería con sensualidad al cuerpo de la castaña.





— ¿Otra vez tú? — El corazón del castaño palpita con velocidad. —Ush, ahora tendré que cambiarme—  Hace una mueca disconforme haciendo reír al mayor.





—Yah, dije que lo siento— Saca un pañuelo de su pantalón y se lo ofrece al menor.





—Gracias— Se quita el saco que lleva puesto dejando al descubierto sus hombros. Changmin no puede evitar ver con curiosidad la blanca piel que se le muestra, sube la mirada hasta el cuello donde un pequeño bulto en la garganta llama su atención, extrañado se acerca y retira la mascada que la cubría, se queda mudo al notar la manzana de Adán. MinHo al estar concentrado en secar sus ropas no se dio cuenta de esto.





— ¿Eres un chico? —





El menor alza la mirada sorprendido por aquella pregunta y lleva una de sus manos buscando el trozo de tela sobre su cuello, encontrándolo desnudo. Siente como su corazón va a salirse de su pecho, su garganta se ha cerrado y no sabe qué contestarle.





Max en un arranque de ira toma uno de los brazos del castaño y lo jala consigo hasta uno de los baños que se encontraban al fondo del vagón, lo avienta sin cuidado dentro de uno y entra después de él cerrando la puerta con pestillo en el acto. Una vez hecho esto se cruza de brazos y mira detenidamente el cuerpo del menor, la verdad es que sin el saco y la cosa esa en su cuello se notaba con facilidad los rasgos masculinos y el pecho plano, pero seguía teniendo unas piernas tentadoras.





— ¿Para qué me trajiste aquí? — MinHo a pesar de que se encontraba bastante asustado no se dejaría amedrantar por aquél hombre.





—Tenía que asegurarme de que eras un hombre. — Hace un ruido despectivo con la lengua. En realidad no se encuentra del todo molesto porque ese niñato en verdad parecía una chica, y era atractivo de cualquier forma.





— ¿Acaso hay algún problema con ello? — Se siente un tanto ofendido, sabe que no es precisamente guapo, pero sabe que es bastante popular entre el alumnado de su escuela.





— Dejando de lado que pensé que eras una chica, no. De hecho eres bastante lindo, sea de niño o niña. — Mientras dice esto se acera con aire predador al menor acorralándolo contra el lavamanos.





—N..no hagas eso…





— ¿Por qué? — Se coloca entre las piernas del menor haciendo que rodee con ellas su cintura, acerca su rostro quedando muy cerca de sus labios rozándolos al hablar. Ambas respiraciones se mezclan de forma embriagante, MinHo apenas puede respirar y siente sus mejillas arder, sus ojos están entrecerrados pero puede verse el brillo lleno de deseo en ellos; el aspecto de Changmin no es diferente, la tensión en su mandíbula y hombros demostraban lo excitante que le parecía aquello. 





— ¿Te molesta?





—En realidad no…





—Eso pensé— Con una sonrisa de suficiencia  atrapa los labios contrarios, ladeando su rostro para mayor profundidad, se alegra al notar como otra cálida lengua juega con la suya en un intento de controlar  el beso, puede sentir un par de brazos alrededor de su cuello, las manos traviesas juegan con su cabello alborotándolo y jalándolo, eso no hacía más que excitarlo.





Minho sabía que eso estaba mal, no conocía en nada a ese hombre, solo su nombre, sin embargo correspondió de manera fogosa el beso, apegó sus caderas aún más contra la erección que se notaba detrás de la tela,  sentía su sangre arder y el sudor poco a poco cubrió su frente. Un par de manos curiosas alzan su vestido, dejando al descubierto la ropa interior de encaje que su hermana lo había obligado a usar, hacían juego de exquisita forma con el liguero y medias, ambos negros, que complementaban su uniforme.





— ¿Te gusta el encaje? — Changmin siente un tirón doloroso en su entrepierna, el descubrir las prendas que cubrían los muslos del menor, lo incitaban demasiado. Se agacha hasta quedar a  la altura de los broches, lame con gula y deseo la blanquecina piel, notando con gusto el estremecimiento del otro. Al alzar su vista percibe como el castaño muerde el dorso de su mano   —No te cubras, quiero oírte. —  La retira con cuidado, en ella puede verse una marca bastante obvia.





—Podrían descubrirnos…— Susurra con voz entrecortada.





—No te preocupes, solo disfruta. — El morocho sonríe mientras quita una de las medias con sus dientes, una vez hecho esto, esparce pequeños besos en el empeine subiendo lentamente, aquél muchacho era tan tentador, no puede evitar morder de más dejando una marca rojiza en la extremidad.





MinHo se siente en desventaja, él se encuentra casi desnudo y el mayor tiene toda la  ropa en su lugar. Toma al morocho por la camisa para comenzar un nuevo beso, de forma torpe desabrocha la camisa recorriendo la calidez del pecho, pellizca uno de los pezones y baja más hasta el miembro contrario que se siente duro y caliente a través de la tela, baja la cremallera para poder liberarlo y lo masajea en movimientos rápidos,  sin embargo es retenido cuando un suspiro sale de sus labios al sentir una mano sobre su entrepierna.





— Date la vuelta. — Changmin habla con voz ronca, desabrocha el cinturón de su pantalón, este cae con un ruido seco sobre la loseta.  El menor obedece lo pedido, baja del lavamanos y se gira. Es sometido contra este, su rostro puede sentir la fría superficie haciendo contraste con la calidez de sus mejillas. Sus sentidos se encuentran demasiado despiertos que incluso puede escuchar con bastante fuerza el ruido del cierre al bajar, el vestido resbala sobre sus hombros sin caer por completo, sus caderas están descubiertas y él se encuentra ligeramente encorvado. Puede sentir las grandes manos del mayor pasear por su espalda y cintura, hasta llegar a sus glúteos, los abre y cierra con impaciencia restregando entre ellos su falo. No deja de besar al mismo tiempo su espalda bajando poco a poco hasta aquella parte, desliza los bóxer por sus piernas dejándolo completamente desnudo, hace que suba una de ellas sobre el lavabo para darle mayor libertad al inclinarse sobre su pequeña entrada que se contraía por anticipación.





Minho muerde sus labios al sentir una cálida intrusa en aquél lugar, sus ojos lagrimeaban por el placer y apenas puede respirar, la peluca estaba ya mal colocada y podían verse pequeños mechones de su cabello natural, de un tono más obscuro. Las marcas sobre su cuerpo se hacían mucho más notorias por la luz anaranjada que entraba por las ventanas. El ruido que hacía Changmin en su retaguardia lo excitaba y apenaba de la misma forma, ¿Qué diablos estaba haciendo?  — “Como si no lo disfrutaras” — Una voz bastante parecida a la de su hermana hizo eco en su mente. Era verdad, esa era la experiencia más apasionada que ha tenido en su vida. Un rictus de dolor cruza su rostro al sentir un dígito dentro de él.





—Relájate. — Changmin besa sus hombros y lo masturba para ayudarlo a calmarse, al notarlo suficientemente tranquilo lubrica su hombría con un poco de saliva antes de dirigirlo al pequeño lugar. —Si te duele me detendré — Al ver un asentimiento por parte de menor, empuja lentamente, cerrando los ojos al percibir la calidez del interior y como las paredes de Minho lo rodean.





El castaño se apoya demás en el lavamanos, sus nudillos se notan blancuzcos y pequeñas lagrimas se vislumbran en sus ojos, a pesar de estar dilatado le causaba molestia y dolor pero no detiene a Changmin, inhala y exhala varias veces para relajarse, al acostumbrarse a  la intromisión mueve sus caderas motivando las embestidas, que empiezan lentas pero profundas, pero poco a poco la pasión que desborda entre ellos las vuelven más rápidas y certeras. El sudor cubre sus cuerpos, en especial al morocho, donde pequeñas gotas del líquido resbalan de su frente para caer en la espalda del castaño,  haciendo un pequeño camino hasta su pelvis.





MinHo alza la mirada para observar el reflejo de ellos en el espejo, puede ver su rostro completamente sonrojado, su cabello estaba húmedo y se apegaba a su frente y  mejillas, la peluca yacía en el piso a un lado de los pantalones de Max. Los cuerpos se mecían a un mismo ritmo cadencioso y apasionado contrastando ambas pieles, caoba y marfil. Changmin también lo observa desde atrás, su mirada se encuentra obscura y dilatada. Con cuidado toma sus caderas y lo carga hasta el retrete, sentándose en este. Los pies de Minho apenas alcanzan a tocar el piso para poder equilibrarse y seguir con las penetraciones, esta vez él marca el ritmo de ellas logrando entrar más en su interior. Max acaricia sus costados y las piernas hasta llegar a la erección del menor, puede sentir el clímax cerca y quiere que él y el castaño terminen al mismo tiempo.  El menor no puede con ambas sensaciones, su cuerpo tiembla y arde hasta que una corriente electrizante lo recorre completamente haciéndole perder la razón.  Un grito ahogado se escucha en la habitación, Max muerde uno de los hombros de Minho para impedir ruido alguno, así como cubrir los labios contrarios con otra mano. 





El castaño se deja caer sobre el mayor, su cuerpo se siente pesado y lánguido, no tiene fuerzas siquiera de abrir sus ojos, simplemente quiere dormir. Changmin no está en mejores condiciones, ¿el post orgasmo siempre había sido así de placentero? Rodea con uno de sus brazos la cintura de Minho, si fuera por él se quedaría con ese muchacho en aquél lugar por el resto de su vida





Sin embargo su burbuja de perfección es interrumpida por un par de golpes en la puerta del baño.





–– ¿Está ocupado? Hay personas que necesitan entrar, ¿sabe? ––





Esto casi les causa un infarto, MinHo voltea a ver aterrado al mayor quien solo le dice que guarde silencio con una seña.





—Esto va para largo, si quiere esperar allí no es mi problema. — Escuchan un par de maldiciones del otro lado de la puerta y como pasos se van alejando del lugar.  





Más tranquilo, MinHo se levanta y se acomoda el vestido, le ha entrado pudor después de lo acontecido, de forma lenta levanta sus ropas. Changmin lo observa aún sentado en el WC, ese chiquillo no decía nada y él tampoco sabía de qué hablar, ve como se coloca la ropa interior y la media que le hacía falta, así como la peluca, batalló un poco con ella pero quedó como si fuera su cabellera natural de nuevo,  con  zapatillas en mano se queda parado enfrente suyo, no le dirige la mirada y toma su brazo derecho con nerviosismo.





––Amm…Yo…– Toma aire y suspira. — Creo que debería ir primero. —  Sin esperar respuesta quita el seguro de la puerta y sale rápidamente del lugar.





Changmin lo observa irse, no entiende porque se siente tan mal, después de todo había sido el orgasmo más fascinante que había tenido. Cansado y un tanto deprimido se coloca los pantalones y acomoda su camisa, al  lavarse las manos nota la mascada de color violeta tirada en una esquina, la toma y la acerca a su nariz, aun puede percibirse el aroma sutil a fresa y lavanda, con una sonrisa la guarda en su pantalón.







~*-*~







––Changmin hijo, que bueno que llegaste. –– El joven recibe un par de besos en sus mejillas. Su madre no ha cambiado nada sigue igual de hermosa y elegante. ––Pensé que no vendrías.





––El tren se retrasó bastante. –– Eso era una vil mentira, una vez llegado a la base esperó en la terminal cerca de una hora para ver si encontraba a Minnie, aunque no estaba seguro si ese era su nombre en realidad.





––Ya veo, pero ven querido tu hermana está impaciente, no hemos podido cenar porque yo no lo permitiría hasta que tú llegaras–– Toma el brazo del morocho, conduciéndolo por el pasillo hacia el comedor.





–– ¿Y dice que yo soy el casado con la comida?





––Al menos tengo pareja y vida social, freak–– Una muchacha apenas unos centímetros más baja que él esta recargada en la entrada del comedor, su atuendo era bastante desenfadado, pantalones de mezclilla, zapatos bajos y una blusa de gasa vaporosa, un pequeño dije en forma de llave se veía sobre su pecho; su cabello era ondulado y le llegaba poco más debajo de los hombros. Estaba cruzada de  brazos mirándolo desafiante, pero una sonrisa sincera curva su boca al verlo. ––– Ven aquí hermanito, tengo que presentarte a alguien.





––Ya decía que la reunión era extraña en estas fechas. –– Max toma la mano que le extiende su hermana, la atrae hacía su cuerpo y la abraza rápidamente, ambos no estaban acostumbrados a  muestras de afecto, sobre todo entre ellos, pero había sido un periodo bastante largo en el que no se habían visto.





–– ¿Por fin sentarás cabeza? –– Comenta incrédulo. –– ¿Quién es el valiente?





––Muy gracioso, solo tienes envidia de que yo tenga a mi lado a una preciosidad como lo es mi novia. –– Golpea en broma su hombro.





–– ¿Novia? –– Changmin se detiene mirando un poco estupefacto a su hermana. Ella se da la vuelta, se le ve un poco nerviosa ante la reacción del mayor.





–– ¿No te lo dije? –– Suspira ––Mira, hace mucho que no nos vemos y lo último que quiero es una escena, no enfrente de ella. –– Su voz suena un tanto dolida y decepcionada.





––No, es eso, no hay problema de mi parte. –– Se alborota el cabello apenado. –– Simplemente me sorprendiste, pensé que aún salías con Henry, eso es todo. –– Su hermana alza la mirada, esta se nota acuosa.





––Por un momento pensé que me odiarías.





––Puedes ser molesta, pero eres la segunda mujer más importante para mí. –– Un silencio confortable se centra en ellos, siendo observados por su madre quien solo sonríe contenta.



  

––No deberían hacer esperar más a nuestra invitada, ¿no creen? ––





Ambas mujeres toman a Changmin de un brazo conduciéndolo a la sala de estar. La habitación se encuentra iluminado por diversas lamparillas, las paredes son de color arena haciendo contraste con el sillón de gamuza color chocolate. Es en uno de los sillones donde una muchacha de figura menuda se encuentra sentada. Changmin no puede observar más que su cabello, este lo lleva recogido en una coleta ladeada dejándolo caer sobre uno de sus hombros; también puede vislumbrar un vestido de encaje color blanco, el sillón le impedía ver más a detalle a la mujer.





––Minjung te presento a Changmin. –– Su hermana suelta su brazo para ir por la chica en cuestión, tomándola de la mano y llevándola frente suyo.





Como si fuera cámara lenta ella da la vuelta dejando ver unos rasgos finos y delicados, ligeramente infantiles, ojos grandes y almendrados con espesas pestañas negras rodeándolos, sus labios están cubiertos de gloss color coral y un poco de rubor en sus mejillas. Max se ha quedado mudo, aquella muchacha era la viva imágen de Minnie, inmediatamente dirige su mirada a la garganta buscando una protuberancia en el, pero este se encuentra totalmente liso, baja un poco más y nota la fina silueta detrás del vestido, no, ella no puede ser Minnie. A pesar del gran parecido en el rostro en lo demás era diferente. “Ella si es una chica”





––Es un gusto conocerlo Changmin-sshi. –– Sonríe tímida y hace una pequeña venia. –– Soy Choi MinJung, JangMin me ha hablado mucho de usted.





––Emmm, sí el gusto es mío–– Frota con ansiedad su cuello y rehúye la mirada de la menor. ––Solo espero que no haya dicho nada imprudente de mí. –– Ríe de forma tensa





–– ¿Te sientes bien hijo? Te has pues lívido de pronto.





––Estoy bien mamá, solo…necesito un poco de aire. –– Sin más hace un gesto de disculpa y se retira de la habitación a grandes zancadas. No hace caso de los gritos que da su hermana intentando pararlo. Abre con fuerza una puerta, no sabe con seguridad que habitación sea, solo quiere alejarse de aquella muchacha. Entra a la habitación y cierra con un portazo, poco después entra su hermana hecha una furia.





–– ¿Qué demonios te pasa? Dijiste que no había problema, ¿por qué reaccionas así? –– Se quita un mechón de cabello del rostro y observa fijamente a su hermano.





––No es cosa de ustedes, simplemente me descolocó verla es que….





–– ¿Qué? ¿Qué fue lo que sucedió para que te pusieras así?





–– ¿Ella tiene un hermano?–– La mujer se descoloca ante tal pregunta, aún así la contesta.





––Sí, pero nunca lo he visto–– La muchacha lo observa extrañada. –– ¿Eso que tiene que ver? ––





Changmin suspira y se lleva las manos a su rostro intentado tranquilizarse, camina de un lado a otro mareando a JangMin.





–– ¿Quieres mantenerte quieto y decirme que te pasa?




Max voltea a verla, no había de otra si quería ver de nuevo a ese muchacho. A grandes rasgos le cuenta que fue lo que sucedió en el tren, sin mencionar la parte del baño claro, la forma en que lo cautivó y el gran parecido que tenía con su novia, el como no podía sacarlo de su cabeza y de su intensa búsqueda en la estación.





––Por eso llegué  tarde.





––Oh mi dios, ¡por fin alguien logró adentrar esa coraza tuya!





––JangMin, concéntrate ¿quieres? –– A Max no le gustaba sentirse tan expuesto ante una persona, por muy su hermana fuera. –– ¿Crees que ella…?





––Yah, yo le digo.





––Gracias.





––Para eso están las hermanas. –– Hace un amago de sonrisa y sale de la habitación. Changmin suspira de nuevo, esperaba que todo saliera bien. Deja caer su cuerpo en un sillón y se relaja, puede escuchar a la lejanía la voz de su hermana gritando.





–– ¡Omma, tu hijo está enamorado!





––Esa mocosa…



  

~*-*~





MinHo jalaba con cansancio una pequeña maleta además de un pequeño bolso de mano que colgaba de uno de sus brazos. Sus turnos ya habían terminado y esa noche se hospedaría en un hotel cercano a la estación, a la mañana siguiente debía regresar a casa para tranquilizar a su madre que se encontraba preocupada porque sus dos hijos no estaban en casa.





––Dios, ¿Cómo es que Minjung soporta traer estas cosas todo el día? –– Sentía los pies completamente adoloridos, así como la espalda y otras partes del cuerpo, aunque estos no precisamente por el uso de las zapatillas. Tanto fue así que decidió quitárselas y en ese momento caminada descalzo, las personas lo miraban extrañados pero a él no le importaba nada, solo quería llegar a tomar un baño relajante y dormir. Sus súplicas fueron contestadas al ver un pequeño motel a escasas dos cuadras. ––Un poco más Minho, solo un poco más.





 “It’s the first time I’m seeing a star like this

You shine so brightly, I can’t even open my eyes”





Su teléfono celular comenzó a sonar en algún lugar de su bolsa. Aparta de manera ruda un mechón de cabello de su rostro, deja olvidada por un momento la maleta y busca desesperado el móvil, podía sentirlo vibrar pero no lo hallaba.





–– ¿A quién se le ocurre llamarme a estas horas? –– Al dar con el pequeño aparato ve el nombre del remitente en la pantalla. ––¿MinJung? Pensé que tendría noticias tuyas hasta el lunes. –– Frunce el ceño preocupado. –– ¿Estás bien?





––Nee, estoy bien. Solo quería escuchar cómo te fue hoy. ¿Alguna novedad?





El castaño se ruboriza al escuchar aquello ¿novedad? ¡Claro que había una novedad! ¡Lo había hecho con un desconocido en el baño del comedor!





––Ah…No, todo bien. Naoko te manda saludos.





––¿Naoko? ¡Ommo! ¿Te descubrieron?––





––Cálmate, no dirá nada





––Ok, eso me deja más tranquila. ––Guarda unos segundos en silencio antes de decir. –– ¿Seguro que solo pasó eso?





––Si… estoy seguro.





––Ok, entonces no de molestará venir conmigo ¿cierto? JangMin quiere conocerte





¿Qué era todo aquello? Minho no entendía a su hermana y él estaba demasiado cansado como para repelar algo.





––Vale, solo dime como llego.





––Nada de eso, nosotras iremos por ti. ¿En dónde estás?





Minho dicta la dirección del motel donde se encontraba, no tenía caso pagar la habitación pero para mayor referencia se quedaría en la puerta del lugar. Coloca la maleta obscura de tal forma que pueda sentarse sobre ella, con las ropas que llevaba no podía acomodarse en el suelo como estaba acostumbrado a hacer. Esperó cerca de media hora viendo pasar a las personas, no faltó quien quiso ligar con él, pero los alejaba hablando con su voz normal.





Poco después vislumbró una camioneta en color dorado aperlado con vidrios polarizados, esta se detuvo en frente suyo, de una de las ventanas se asomaba el rostro sonriente de MinJung.





–– Disculpe señorita, ¿cuánto cobra por hora?





––¡Hermana! –– El castaño se ruboriza, no tanto por lo dicho sino porque un par de jóvenes voltearon interesados a verlo.





––Solo bromeaba, sube  te trajimos ropa. –– Le muestra una bolsa de una reconocida boutique masculina.





–– ¡Por fin, algo de ropa decente! –– Con emoción sube a la parte trasera de la camioneta aventando la maleta a un lado suyo.  Ya dentro su hermana le pasa el bolso, una mueca molesta surca su rostro.





–– ¿Qué quisiste decir con decente? ¿Mi uniforme no es lindo?





––Oh no, no empieces Min. –– Se lleva una mano a su rostro. ––Solo quise decir que no va conmigo. A ti se te ve precioso.





––Es todo lo que quería escuchar. –– Le hace una seña de paz.





––Pues yo conozco a una persona que no diría lo mismo. –– JangMin se da la vuelta y le sonríe amable. ––Perdona por no saludarte como debería pero debo conducir.





––No te apures, mucho gusto en conocerte. MinJung habla maravillas de ti.





––¡Minho! ––





El castaño observa la interacción entre ambas mujeres, podía ver el cariño que se tenían, prácticamente desbordaban miel entre tanto mimo y arrumaco, algo dentro de él dolió al darse cuenta que no tenía una persona con la cual vincularse así. El rostro del muchacho del tren aparece entre sus pensamientos, haciendo que niegue violentamente. No, eso simplemente fue un encuentro ocasional, no creía volver a ver a aquél hombre y era algo que en cierta forma lo deprimía.





––Oppa, será mejor que te cambies, la ropa está escogida específicamente para ti. –– La castaña voltea a verlo por el retrovisor. –– No te preocupes por nosotras que no veremos nada.





––Vale–– Minho saca de la bolsa un par de pantalones de mezclilla obscura, una playera blanca de cuello en V –bastante profundo por cierto- y un estampado negro adornaba el pecho, además de un blazer gris con parches más obscuros sobre los codos. Además venían un par de tenis-bota que tenían unas pequeñas alas como adorno –– ¿Están seguras de que esto es para mí? –– Observa la ropa detenidamente. –– ¿No es muy cara esta ropa? ––





––Considéralo un regalo de mi parte–– Es JangMin la que habla. ––Después de todo debo consentir a mi próximo cuñado, ¿no?





El castaño sonríe ante lo dicho y procede a desnudarse, se quita el saco y pelea para poder desabrochar el vestido, ya con el torso desnudo se pone la playera notando la suavidad de esta. Las chicas solo escuchan los ruidos que hace el joven al cambiarse en el reducido espacio, y sonríen cómplices al verse a los ojos, MinJung quería saber la reacción que tendría su hermano al ver a Max.





––Bien hemos llegado, señorito puede bajar de su carruaje. –– MinJung le hace una mueca graciosa al ofrecerle la mano para ayudarlo a bajar. ––Ammm, Minho tienes algo en el cuello. –– Le señala un par de marcas en la blanquecina piel. Minho se lleva una mano para intentar ocultarlas, las había olvidado por completo.





––Ya veo para que quería que comprara esto. –– JangMin murmura antes de tenderle al más alto una pashmina negra con calaveras beige. ––Ten pequeño esto podrá ayudarte.





¿Pequeño? Pero si él era más alto que ella. La muchacha parece leer sus pensamientos porque le dice.





––Sigo siendo mayor que tú, así que dime noona, ¿vale?





––Oh, lo siento mucho––  Hace varias venias apenado.





––Tranquilo, no pasa nada. –– Le pellizca una mejilla de forma cariñosa.  ––Ahora creo que debes de hablar con alguien.–– Toma su mano hasta conducirlo a la parte trasera del jardín, donde hay una pequeña fuente iluminada. Lo lleva a la orilla de esta y deja que se siente allí observando la cantidad de flores diferentes que hay en el lugar. ––Espera aquí en un momento viene.





––Espera, ¿quién quiere verme?





––Tranquilo Oppa, es una sorpresa. –– MinJung le sonríe mientras toma de la mano a su novia adentrándose a la casa por un gran ventanal.





MinHo se queda extrañado sentado en aquél sitio, el jardín era enorme cubierto por bardas muy altas donde se enredaban diferentes tipos de plantas, al fondo se vislumbraba una mesita con cuatro sillas, cubiertos por una sombrilla. Tan concentrado estaba con su escrutinio que se sobresaltó al escuchar una voz detrás suyo.





––Hola…





El castaño se gira la cabeza al reconocer la voz de la persona.





–– ¿Max? –– No puede creer que el morocho esté enfrente suyo. –– ¿Qué haces aquí? –





––JangMin es mi hermana–– Changmin lleva las manos escondidas en los bolsillos de su pantalón. ––Qué pequeño es el mundo, ¿no crees?





–– Pensé que, que no volvería a verte.





–– La verdad yo también. –– Se acerca al menor y se sienta a un lado suyo, recarga las manos en la fría loza y alza la mirada al cielo antes de continuar. ––Te estuve buscando en la estación pero ya no te encontré, no quería que las cosas terminarán así.





––Lo siento, tenía que terminar algunas cosas antes de salir. –– Baja la mirada y juguetea con sus piernas, haciéndolas chocar contra la orilla de la fuente. ––En realidad es mi culpa por salir tan deprisa de aquél lugar, pero…





––Era una situación incómoda, lo entiendo. –– Max suspira y con una de sus manos alza el rostro de MinHo que se encuentra sonrojado. Ambos se miran fijamente, su entorno se queda en silencio, como si todo lo demás no existiera. Con sumo cuidado el morocho acaricia una de las mejillas del menor quien cierra los ojos ante el tacto ––Sé que es tonto pedir esto ahora, después de todo lo que ha pasado.





–– ¿Qué cosa? –– MinHo siente su corazón salir de su pecho, un nudo en su garganta le impide respirar adecuadamente.





–– ¿Te gustaría salir conmigo? Prometo que esta vez iré más lento y no te presionaré para nada.





El menor se queda callado sopesando la respuesta, lo ve fijamente y su rostro no muestra ningún tipo de sentimiento. Changmin al no escuchar respuesta alguna, comienza a sentirse nervioso, intenta levantarse del lugar, pero es retenido por MinHo quien toma su nuca para acercarlo a él y besarlo.





–– ¿Eso contesta a tu pregunta?







––No estoy seguro, puede que con otro beso me lo confirmes





–– ¿Qué pasó con la idea de no presiones?





––Se fue al traste una vez que me besaste





El castaño sonríe y se acerca al morocho, rodea con sus brazos el cuello para mayor cercanía. ––Creo que debes tener un poco más de voluntad, ¿sabes? –– Sin más une ambos labios iniciando un beso lento pero apasionado, reconociendo la boca contraria, puede sentir cono un par de manos rodean su cintura acercándolo más al mayor. Por falta de aire se separan solo unos centímetros.





––Por si te queda duda. –– Le da un beso rápido. –– Acepto salir contigo.





––Te dije que lo lograría, después de todo, lo que un Shim quiere, lo obtiene–– La voz de JangMin se escucha desde el ventanal, ambas chicas se encuentran sonrientes en ese lugar.





––No lo des por hecho, querida. MinHo puede ser muy cabezota, simplemente tu hermano lo cautivó demasiado.





–– ¿Saben que es de mala educación espiar a las personas?





–– ¿Nos lo dice la persona que se lo montó en un baño público?





––Touché





El castaño mayor se sonroja antes las palabras de la pelinegra, joder, esto lo recordarían por mucho tiempo. Su hermana solo le saca la lengua, ella abraza a la mayor quien sigue peleando con Max. ¿Quién diría que ambos terminarían con integrantes de la misma familia?





––Chicos, ¿no desean pasara cenar?





La Madre de los Shim sale de casa con una sonrisa en el rostro, sin embargo sus ojos destellaban molestia al ver a su hijos peleando. Ellos al notarla deciden guardar silencio y refugiarse detrás de sus respectivas parejas. Al notar a MinHo corre a abrazarlo y elogiarlo por lo bonito que es, este solo sonríe apenado ante los cumplidos recibidos, la mujer hace pasar a todos a la sala mientras ella va a la cocina.





––MinHo, ¿qué crees que diga Ommoni? –– MinJung mira preocupada al mayor.





––Eso lo veremos después, por ahora disfruta de la velada.







––Y tú a tu nuevo novio.







––Todavía no lo somos pero el tiempo dirá. –– Da un par de palmadas sobre la mano de su hermana antes de levantarse y sentarse a lado de Changmin, este rodea sus hombros con uno de sus brazos y lo atrae hacia él. –– “Podría acostumbrarme rápido a esto” ––





Aún queda presentar a Madre sus respectivas parejas, de solo pensarlo a Minho lo recorre un escalofrío. Su madre siempre imaginó a su hermana vestida de blanco en una iglesia casada con un buen hombre, con una fiesta muy occidental. Con respecto a él, lo veía a lado de una bella y distinguida muchacha con dos pequeñines como nietos. Por ahora no se preocuparía, llegado el momento ambos enfrentarán a su familia, solo imploraba que su madre lo tomara de la mejor forma.







0 comentarios:

Publicar un comentario

© Ivanna Hwang, AllRightsReserved.

Designed by ScreenWritersArena