Reto 02: Pastel-Changmin-Cama

Reto 02: Pastel-Changmin-Cama

Autor: Ivanna Hwang

Género: PWP

Clasificación: R 

Total de Palabras: 1517

—Sr. Choi, haga el favor de retirarse del salón.

Minho sintió como comenzaba a ruborizarse al notar todas las miradas sobre el, volteo a su derecha donde Taemin lo miraba burlón y Key  le dirigía una sonrisa extraña.

—Lo siento Profesor no volverá a repetirse— Dice aún azorado.

—Es lo que dijo  las dos veces anteriores jovencito, así que retírese del salón si no quiere que llame a sus padres— El hombre le da la espalda y sigue escribiendo sobre el pizarrón como sino hubiera existido interrupción alguna.

Minho suspira y sale entre murmullos del salón, voltea a ver a Onew quien se encuentra en el asiento a un lado de la salida y este le sonríe comprensivo, le hace una seña para que se vaya,  después le pasaría los apuntes.

Antes de salir escucha la voz de Jonghyun gritándole que no olvidara que esa tarde habría fiesta en su casa, por su cumpleaños. Logra entre ver como uno de los borradores del pizarrón es aventado por  el profesor y cae sobre el rostro de Dino. Heechul-sshi, el profesor de ciencias, no era muy tolerante con ellos.

Una vez fuera suspira y saca su celular un tanto molesto, Changmin sabía su horario por completo, no entendía sus llamado tan insistente entre clase, y él en un descuido había olvidado ponerlo en vibrador.

—Aissh, y esta práctica era el 40% de la calificación final— Se alborota el cabello frustrado.

Esperaba que Onew pudiera hablar con el profesor y le permitiera por lo menos, entregar el trabajo teórico.

“It’s the first time I’m seeing a star like this. You shine so brightly, I can’t even open my eyes~~"

Su móvil comenzó a sonar una vez más. Al ver el remitente bufa molesto de nuevo retirándose, lo más lejos posible del salón, no quiere otra amonestación por parte del Profesor Kim.

—¿Qué haces llamándome a esta hora Changmin?, si repruebo esta materia será enteramente tu culpa.

—Esa no es forma de hablarle a un hyung, Minho-ah-

Una voz desconocida se escucha por el altavoz, el castaño no la reconoce, y un nudo en su garganta comienza a formarse.

—¿Quién es?, ¿qué hace con el teléfono de hyung?

—Si quieres saber que es lo que pasó con Changmin, ven a su departamento inmediatamente, o puede que sufra sino te apuras. 

Se escucha como cortan la llamada y Minho no sabe que hacer, si ir directamente al departamento de Max o a la policía.

                                      ~***~                                       

Él se caracterizaba por ser extremadamente cuidadoso, pensaba antes de actuar o decir palabra alguna, pero todo se iba a la basura cuando de Changmin se trataba.

Una vez cortada la llamada, corrió fuera de la escuela para tomar un taxi que lo llevara al domicilio de Max. No sabía que haría una vez allí, llevaba gas pimienta para defenderse, (su madre lo había obligado a llevarlo, había mucho pervertido por las calles), y era bueno en el Taekwondo. ¿Pero que hacer si esa persona llevaba algún arma?

En su prisa y pánico, se bajó sin pagar al taxi, quien extrañamente se había retirado del lugar sin proclamar queja alguna por esto.

El castaño corrió por los pasillos hasta el elevador, que se encontraba descompuesto. Estresado se dirige a las escaleras y comienza a subirlas de dos en dos. Su hyung vivía hasta el tercer piso, debería recordarle que se cambiara al primero.

Jadeando llega a la puerta con el número 302, la cual se encuentra entre abierta, se adentra muy silenciosamente, saca de su mochila la botellita de gas llevándola entre las manos. El lugar estaba vacío y en silencio, camina hacia la cocina y tampoco hay persona alguna. Pero hay un caminito de lo que parece ser chocolate líquido.

Intrigado, sigue el camino hacia la habitación principal y lo que encuentra lo hace quedar boquiabierto y sonrojado, inconscientemente deja caer la mochila y el resbala hasta quedar de rodillas sobre la alfombra. Aquella imagen era completamente inverosímil.

Changmin se encontraba dormido sobre la cama, con las manos atadas a la cabecera de esta. No llevaba nada puesto, y el chocolate que lo había guiado desde la cocina se encontraba untado en su cuerpo. En algunas partes más “específicas” había crema batida adornado con pedazos de fruta fresca, como fresas, durazno, kiwi o mango. Tenía atado un moño de listón rojo en el cuello.

Una tarjetita de color rosado y que despedía un aroma dulce se encontraba a los pies de la cama, llamó la atención a Minho. Un tanto perturbado (y excitado) logra gatear hasta ella. Reconoce la letra de esta, solo conoce a una persona que pone corazones en lugar de puntos en las “i”.

—Key…

“Feliz cumpleaños ranita:

Como no teníamos idea de que regalarte y el idiota que tienes por novio tampoco, se decidió que haríamos este pastel para ti, con ayuda de Jaejoong hyung y sin tomar en cuenta las objeciones de Max.

Disfrútalo como te plazca, el sedante solo dura media hora que es lo que tardaste en llegar más o menos, no demorará en despertar, así que, Bon appetit”

PD: No olvides que en la noche te quiero en la casa de Jjong.”

Minho termina de leer a tarjeta y no puede evitar que una sonrisa invada su rostro. Sus amigos son unos enfermos, pero nunca pensó que llegarían a tal extremo. Empieza a desvestirse, prenda por prenda, quedando completamente desnudo.

Se acerca a la cama y ve el rostro de Changmin completamente relajado, baja la mirada y no sabe por donde empezar a comer, se decide por las piernas, las cuales se encontraban rasuradas, come uno por uno los trazos de fruta y lame la crema batida. Hace lo mismo con la otra.

Ignora cierta parte que poco a poco comienza a erguirse, ese sería el plato fuerte. Se sube a horcadas sobre Changmin y comienza a lamer el abdomen, donde tiene chocolate y dos fresas con crema en las tetillas.

Es en ese momento cuando el morocho comienza a despertar, tiene la mirada nublada y le duele un poco la cabeza, dolor que se va al notar a Minho sobre de él lamiéndolo demasiado concentrado como para reparar en él.

—No debí confiarme en la generosa oferta de Jaejoong— Intenta mover una de sus manos, pero se da cuenta de que esta amarrado. —Aunque las tartaletas estaban deliciosas— Sonríe.

El castaño sorprendido al escuchar la voz de Changmin, siente arder sus mejillas, ¿acaso lo tachará de pervertido?

—No te detengas Minho, soy tu regalo después de todo— Le dirige una sonrisa ladeada, pero su mirada estaba llena de deseo.

Restriega sus caderas contra los glúteos del castaño llenándolos de betún. Minho sonríe y baja hasta aquella parte que demanda atención, lame toda la extensión quitando el chocolate que comenzaba a derretirse, extasiado por los roncos gemidos del mayor.

Quita todo rastro del dulce y engulle con presteza hasta llegar a la garganta, Changmin solo curva su espalda queriendo llegar más adentro. Comienza  con movimientos ascendentes y descendentes, mordiéndolo en momentos, le encantaban esas ocasiones cuando él se sentía dominante.

Al sentir el líquido pre seminal, se aleja de él y gatea hasta quedar sobre el tórax de Min. Toma con su mano derecha el miembro y lo dirige a su entrada.

—Te harás daño sin lubricante.

—El chocolate servirá.— Le da una sonrisa y deja caer lentamente su peso penetrándose poco a poco.

Hace una mueca de inconformidad, pero siente completamente lleno su interior. Changmin lo observa, quiere moverse, pero no desea dañar al menor. 

Como si leyera sus pensamientos, el castaño comienza a subir y a bajar en lentos movimientos, dirige su mano izquierda a  una de sus tetillas y la derecha a su entrepierna.

Max tiene las manos marcadas por las sogas en su intento de querer zafarse, quiere tocar la piel contraria y besarlo apasionadamente, pero debe de admitir que le ponía en demasía ver al castaño tocándose mientras lo cabalga.

Minho sabe que su hyung disfruta el verlo, y siente el clímax cerca, aumenta la velocidad, y de forma ruidosa y un tanto sucia llega a la cúspide. Su simiente mancha su abdomen y parte de su mentón. Así como el de Changmin, quien al sentir las paredes del castaño contraerse llega al orgasmo llenando su interior con el caliente líquido.

Exhausto y sintiendo sus extensiones adormecidas, Minho se deja caer sobre un adolorido Changmin.

—Sé que estás cansado, pero no es la mejor posición en la que puedo estar, ¿sabes?

El menor abre los ojos y ve las muñecas de Max enrojecidas, estirándose sobre el, logra desamarrar sus manos. Agotado el morocho rodea con sus brazos a un somnoliento Minho.

—Cuando dije que me prepararas un pastel no pensaba en esto hyung.

—Créeme que yo tampoco saeng— Besa el cabello del menor y el sueño poco a poco lo invade. —Feliz cumpleaños Minho.

Los dos caen en los brazos de Morfeo, saben que tienen que asistir a una fiesta, pero aún falta para las ocho. Ahora simplemente quieren descansar y tal vez, ya despiertos, comer otro pedazo de pastel.